dimecres, 13 d’agost del 2008

EL BUSCADOR


Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador
Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que
encuentra. Tampoco esa alguien que sabe lo que está buscando. Es
simplemente para quien su vida es una búsqueda.
Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había
aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar
desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de
marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir, a lo lejos. Un poco antes
de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención.
Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles,
pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla
pequeña de madera lustrada… Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar.
De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de
descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso el portal y
empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban
distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos eran los de un
buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella
inscripción … “Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”. Se
sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una
piedra. Era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad
estaba enterrado en ese lugar… Mirando a su alrededor, el hombre se dio
cuenta de que la piedra de al lado, también tenía una inscripción, se acercó a
leerla decía “Llamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”. El buscador
se sintió terrible mente conmocionado. Este hermoso lugar, era un cementerio
y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el
tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue
comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años.
Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. El cuidador del
cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y
luego le preguntó si lloraba por algún familiar.
- No ningún familiar – dijo el buscador - ¿Qué pasa con este pueblo?, ¿Qué
cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados
en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo
ha obligado a construir un cementerio de chicos?.
El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que
pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven
cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí,
colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez
que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la
izquierda que fu lo disfrutado…, a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo. ¿
Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión
enorme y el placer de conocerla?…¿Una semana?, dos?, ¿tres semanas y
media?… Y después… la emoción del primer beso, ¿cuánto duró?, ¿El minuto y
medio del beso?, ¿Dos días?, ¿Una semana? … ¿y el embarazo o el nacimiento
del primer hijo? …, ¿y el casamiento de los amigos…?, ¿y el viaje más
deseado…?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país
lejano…?¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿horas?, ¿días?… Así
vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es
nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para
escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero
tiempo vivido.


Jorge Bucay

6 comentaris:

eli ha dit...

¡Qué historia más intrigante y bonita!
Jo, da mucho que pensar. Te ayuda a valorar los buenos momentos.

Muchas gracias por mostrarnosla.
Me voy a mimi pensando en todo eso :) pa olvidar los malos ratos, que no quiero que mi lápida tenga un contador de minutos.

Muchos besitos!!

Estibalitz Diaz de Durana Arias ha dit...

Janil!! que bien que "mis" cosas te hagan sentir así, y ya sabes si te vuelvas a animar, claro que con el mismo, solo tienes que decírmelo y hago algo especial especial para ti!
gracias por la visita! es un placer tenerte paseando por mi sitio!!

ah ! una cosa ayer escuche en la radio una entrevista a la responsable de una organización de ayuda a animales discapacitados (Tremenda ya esta en contacto con ellos) y comentaron el caso de Oscar y dijo que esta con ellos y que después de muchos problemas de salud, mas allá del tema de las patas parece que ha sufrido el pobre de todo, debe ir mejorando,
te cuento esto por que yo me entere del caso por ti ! y me hizo una ilusión de la leche oír que hay todavía esperanza para el !
Bueno que rollo te he metido, seguro que lo sabias!
un abrazo, Esti

uncentimo ha dit...

Me he emocionado, que bonito, creo que me he levantado hoy demasiado sensible.

Iruneh ha dit...

oh, que historia más bonita!! me ha encantado, y además me ha tenido intrigada hasta el final :D

Unknown ha dit...

Janil , gracias por compartir esta historia con nosotros e ilustrarla con mi dibujo..un honor!! besotesssssss

Issa ha dit...

Este post es especialmente bonito. El relato hace pensar y acompañado de tan bella ilustración, te ha quedado redondo.